Período de Inicio

Es el tiempo que necesita un niño para adaptarse a estar lejos de mamá por unas horas, adaptarse a alguien que no conoce (la maestra), adaptarse a la sala, a los compañeros. Conocer un lugar, hacerlo propio, llegar a disfrutarlo. El verdadero aprendizaje de este tiempo es encontrarse y separarse, es compartir experiencias fuera de casa, con un adulto distinto, en una organización institucional, con límites claros y seguros.
Es un período muy importante, ya que se van a crear los vínculos con la maestra y los compañeros. De estos vínculos va a depender la confianza y la superación del conflicto que genera la separación y toda la futura escolaridad.
Para lograr un grupo, hay que dar tiempo a que los afectos, los espacios, las costumbres y el trabajo en común, vayan uniéndose, entremezclándose, funcionando. Y así formar una trama móvil, vital, elástica, un grupo con sus características, sus tensiones, sus sentimientos.
No hay que olvidar que cada niño tiene su tiempo, algunos se adaptan más rápido que otros, inclusive algunos pueden tener cambios de conducta (después de unos días): llantos, berrinches, etc. Pero es normal que experimenten esas actitudes durante este período.
Este período, consiste en juegos de integración, para tratar de ayudarlos a relacionarse con la docente, y con sus compañeros. Recorriendo el espacio que los rodea. La sala, el arenero, el patio, el salón, etc, para adaptarse a los distintos espacios del jardín. Expresar sentimientos a través de muñecos-amigos, que sientan lo mismo que ellos, con los mismos temores, ante lo desconocido. Durante este tiempo se privilegian los vínculos, la apropiación del lugar, y el “mostrarse” de los niños con sus acompañantes y sus docentes.
De este aprendizaje, participan los chicos, los docentes, y los padres, todos comprometidos en un objetivo común. Por ello es necesario que cada uno asuma la parte que le corresponde con total responsabilidad.