Poemas y juegos
Poemas vinculados al juego.
Don Pirulero.
La Farolera tropezó.
Cu-cú.
Mi muñeca azul.
El juego cumple un papel importante entre los niños. Es una actividad que permite aprender, relacionarse con los demás, desarrollar la capacidad de pensamiento y fantasía, comunicarse. Es una manera de divertirse, de expresarse, tratar de salir de la rutina. Para el niño es una forma de vida, para el adulto, una liberación.
Implica una actividad natural y espontánea en la cuál participan todos sin límite de edad a través de la invención, creación, expresión. Es natural, porque no requiere una acción productiva, sino que vale la libertad de ideas.
El juego nos hace libres porque nos permite expresarnos y mostrarnos tal cual somos, sin fingimientos ni posturas falsas, liberando nuestra imaginación, fantasía y creatividad. Minimiza la gravedad de las consecuencias de alguna acción, permite intentar combinar conductas de una forma que no podría hacerlo bajo presión.
Los juegos de la infancia y de la niñez, son el elemento básico y la delicia de los más pequeños. Por ejemplo, el Cu-cú y Arre-arre caballito, dependen de cierta forma del uso del lenguaje y de su intercambio. Algunos de ellos, tiene existencia gracias al lenguaje, ya que están constituidos por él.
Estos juegos, frecuentemente, brindan la primer oportunidad para el uso sistemático del lenguaje, del niño con el adulto. Las palabras del juego son ejecutivas. Ya en el módulo I, hablamos del formato idealizado de los juegos, y de los papeles intercambiables en los turnos de un diálogo. El juego produce un gran placer en los niños, sobre todo en lo que se refiere a los juegos que implican las primeras expresiones del habla.
En el juego del Cu-cú, se vocaliza antes o después de la reaparición de lo que está escondido, como anticipación o realización de un acto. Las vocalizaciones de los pequeños, durante el mismo, sugieren que el juego da paso a un saludo general, a los demostrativos, y la incipiente pronunciación de palabras o sonidos.
Don Pirulero.
La Farolera tropezó.
Cu-cú.
Mi muñeca azul.
El juego cumple un papel importante entre los niños. Es una actividad que permite aprender, relacionarse con los demás, desarrollar la capacidad de pensamiento y fantasía, comunicarse. Es una manera de divertirse, de expresarse, tratar de salir de la rutina. Para el niño es una forma de vida, para el adulto, una liberación.
Implica una actividad natural y espontánea en la cuál participan todos sin límite de edad a través de la invención, creación, expresión. Es natural, porque no requiere una acción productiva, sino que vale la libertad de ideas.
El juego nos hace libres porque nos permite expresarnos y mostrarnos tal cual somos, sin fingimientos ni posturas falsas, liberando nuestra imaginación, fantasía y creatividad. Minimiza la gravedad de las consecuencias de alguna acción, permite intentar combinar conductas de una forma que no podría hacerlo bajo presión.
Los juegos de la infancia y de la niñez, son el elemento básico y la delicia de los más pequeños. Por ejemplo, el Cu-cú y Arre-arre caballito, dependen de cierta forma del uso del lenguaje y de su intercambio. Algunos de ellos, tiene existencia gracias al lenguaje, ya que están constituidos por él.
Estos juegos, frecuentemente, brindan la primer oportunidad para el uso sistemático del lenguaje, del niño con el adulto. Las palabras del juego son ejecutivas. Ya en el módulo I, hablamos del formato idealizado de los juegos, y de los papeles intercambiables en los turnos de un diálogo. El juego produce un gran placer en los niños, sobre todo en lo que se refiere a los juegos que implican las primeras expresiones del habla.
En el juego del Cu-cú, se vocaliza antes o después de la reaparición de lo que está escondido, como anticipación o realización de un acto. Las vocalizaciones de los pequeños, durante el mismo, sugieren que el juego da paso a un saludo general, a los demostrativos, y la incipiente pronunciación de palabras o sonidos.
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